domingo, 7 de febrero de 2016

Uruguay libre de zika, una excepción en la región



A pesar de localizarse entre Argentina y Brasil, el país con más afectados, Uruguay no presentó aún ningún caso autóctono de infección
El virus zika se extenderá a todos los países de América a excepción de Canadá y Chile. Esta fue la predicción que realizó la Organización Mundial de la Salud (OMG) a fines de enero y que llevó a que la institución declarase el 1° de febrero emergencia sanitaria global por la propagación del zika de manera explosiva en el continente americano; y su presunta vinculación entre su infección y el incremento de microcefalia en el feto de las mujeres embarazadas portadoras del virus.
El ministerio brasileño de Salud estima que en 2015 hubo entre 497.593 y 1.482.701 casos de infecciones por zika dentro del país. En el caso de Argentina, su gravedad es menor, ya que presentó hasta el momento solo cinco, todos importados.
Lo peculiar es que Uruguay se ubica en el mapa entre estos países y en este momento se encuentra en plena temporada turística. Sus ciudadanos veranean en las playas brasileñas y viajan de forma frecuente a Argentina por negocios. Asimismo, el balneario predilecto para los países vecinos es la ciudad de Punta del Este (Maldonado, Uruguay).   


Ante todos estos factores es un milagro que todavía no hayan aparecido casos de infectados. ¿Cuál puede ser la razón de este hecho? En este aspecto, se recalca la política sanitaria en contra de la reproducción del mosquito Aedes aegypty, vector transmisor del virus zika, dengue y chicungunya.
Desde 2009 se promueve con campañas en medios de difusión y en visitas puerta a puerta, por medio de las intendencias de los diferentes departamentos, la descacharrización - eliminación de cualquier posible depósito de agua de lluvia en las fincas-, según explicaron las licenciadas en Control de Infección de la institución médica CRAMI -que tiene su cobertura en la región metropolitana de la capital uruguaya- Adriana Hernández y Verónica Malespina.
Las larvas de mosquito crecen en agua limpia, estancada y sin cloro. La descacharrización, por un lado, y el hecho de tener agua potable clorada en casi todo el territorio nacional también favorece a no brindar un medio apto para su reproducción.
Agregaron las expertas que la población está bien informada sobre el uso de mosquiteros en puertas y ventanas, y de repelentes en la piel expuesta.
"Actualmente ya se han tomado medidas a nivel de la población. La aplicación de las mismas depende de la educación e información que se le brinde a los ciudadanos para controlar el mosquito y para evitar la picadura", aseguró Hernández.
Por otro lado, el país cuenta con un servicio de Vigilancia Epidemiológica que depende del Ministerio de Salud Pública de Uruguay (MSP) con respuesta las 24 horas, en donde cualquier médico telefónicamente puede realizar consultas y evacuar dudas diagnósticas. Además, existe un plan de contingencia institucional. Estos factores contribuyen a que continué la inexistencia en el país.
Gravedad de contraer zika
La gravedad del virus en personas que no están embarazadas no es mortal. Si bien su relación aún está en proceso estudio, las autoridades brasileñas anunciaron a fines de noviembre de 2015 que detectaron un vínculo entre el incremento de microcefalia y la infección por zika. En Brasil se reportaron cerca de 4.783 casos de bebés con malformación.
"En las embarazadas no es mortal para la madre pero el virus atraviesa la barrera hemato-placentaria y se aloja en el sistema nervioso central del feto, causando microcefalia y enfermedades degenerativas de los nervios", explicó Malespina.
La microcefalia es una malformación congenitica que provoca que la cabeza del bebé no crezca de forma adecuada, ocasionando posibles retraso cognitivo, dificultad en coordinación y equilibrio, y distorsiones faciales.
La infección se transmite a través de la sangre y se detectaron casos por vía sexual. Es muy importante que los ciudadanos estén atentos a los síntomas que presenta esta enfermedad, ya que estos son tan inespecíficos, pueden confundirse con un resfriado común. Esto puede dificultar la detección precoz, según Hernández.
En el momento se investiga una cura para combatir la enfermedad.

Reunión internacional en Montevideo 
Los ministros de Salud de 14 países de América Latina miembros al Mercosur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) participaron en Montevideo de una reunión urgente sobre el virus del zika. En el encuentro, que solicitó durante la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se acordó ayuda mutua entre las naciones y generar capacidades para combatir la epidermia.  

sábado, 6 de febrero de 2016

Refugiados en Alemania, la borrosa línea entre lo correcto e incorrecto

Columna de Opinión

El desafío que enfrenta el país germano para integrar a más de un millón de solicitantes de asilo a la sociedad se convertirá en la gran victoria de Merkel o en la derrota de todo un pueblo
Europa vive la mayor crisis migratoria luego de la Segunda Guerra Mundial. Alemania es el país que tomó las riendas de la situación en el continente y solo el año pasado registró la entrada de 1.091.894 demandantes de asilo. La canciller Angela Merkel se presentó como la salvación de quienes huían de la guerra civil en sus países, cuando otras naciones bloquearon las fronteras.
Ahora Alemania se enfrenta a un nuevo reto: integrarlos a la sociedad. Esto acarrea muchas dificultades, ya que se tratan de inmigrantes que pocas cosas comparte con los alemanes.  Idioma, costumbres, normas e ideologías diferentes.   
En setiembre de 2015, la imagen de un niño sirio de tres años ahogado en la playa de Turquía se convirtió en un símbolo de la tragedia de los refugiados. La fotografía recorrió el mundo y los ciudadanos germanos actuaron ante esta injusticia. Aparecieron diversos grupos en las redes sociales para donar ropa, juguetes, dinero y para ofrecerse como voluntarios para brindar ayuda a estas personas.

La cantidad de donaciones fue tan abundante que la policia local tuvo que pedir que pararan, porque no tenían más espacio para guardar objetos y alimentos. La gente recibía a los refugiados con regalos y carteles de bienvenida. En los comercios se veían carteles manifestándose a favor de su llegada y hasta ofreciéndoles trabajo.
Esta fue la respuesta de un pueblo que sabe lo que es estar destruído por una guerra y que se haya en una condición de bienestar económico, no propio de la situación europea actual. 

Según publicó en su portal Deutsche Welle, se necesitarán unos 50.000 millones de euros de los contribuyentes para alojar, alimentar y capacitar a los refugiados para la vida en Alemania entre 2016 y 2017. Estos datos los estimó un estudio del Instituto de Investigación Económica de Colonia (IW).
Estos gestos fueron detectados por muchos refugiados que devolvieron su generosidad con el compromiso de intentar adaptarse al sociedad. Comenzaron cursos de integración, que consisten tanto en clases de idioma alemán como de historia y cultura local. Algunas personas asistieron regularmente a la institución sin ausentarse ni un día.
Se adaptaron a la puntualidad característica de esta sociedad, a seguir sus tradiciones y a querer estudiar o trabajar aquí.
Pero los brazos de los alemanes se están cerrando. Varios sucesos hicieron que se los reciba con temor más que con una bienvenida. Como ocurre en todos los ámbitos, la minoría que hace las cosas mal perjudica a quienes se adaptan y ven a Alemania como su futuro.  
El jueves pasado (4 de febrero) la policía alemana detuvo en centros de refugiados a tres sospechosos de planear un atentado en nombre del Daesh en el centro de Berlín. Dos aún están prófugos. El miedo a que haya un ataque terrorista como el que ocurrió en Francia preocupa a los alemanes, sin ocasionar pánico por su confianza en las fuerzas de seguridad local.
Por otro lado, el comportamiento de decenas de hombres, en su mayoría árabes o norteafricanos, en Nochevieja en Colonia sembró temor y desconfianza en los ciudadanos. Se presentaron más de 750 denuncias de agresión sexual a mujeres y robos de los que se identificaron 31 sospechosos; 18 eran demandante de asilo.  
Este día también se registraron abusos sexuales en otras localidades como en Stuttgart, Hamburg, Fráncfort y Düsseldorf. Poco después, una piscina en Bornheim (20 kilómetros de Colonia) prohibió el ingreso de refugiados hombres por la queja de la misma índole de varias usuarias.
La igualdad de género que rige en Alemania no es compartida por otras culturas. Estos casos demuestran la falta de respeto en sus países de orígenes hacia las mujeres. ¿Cómo educar a estas personas que nacieron en una cultura patriarcal, en la que el hombre tiene el poder y es superior al otro sexo?
¿Hasta qué punto un pueblo puede alojar a inmigrantes sin comprometer su paz interna, mantener su estilo de vida y normas? Esa es la interrogante que hoy se preguntan los alemanes. Su inquietud se manifestó en números al publicarse la encuesta de aprobación de la actuación de Merkel, principal promotora de la política de recibir refugiados. Antes de finalizar el 2015 tenía un 60%, ahora solo un 40%.
Frente a estos sucesos la canciller tuvo que endurecer su discurso, frentar su política de bienvenida y ser más rigurosos al momento de conceder asilo.

El mayor desafío que tiene el país no es económico ni espacial. Es de integración. Lograr que las diferentes culturas logren vivir en armonía y en respeto mutuo. Una tarea nada sencilla, que el gobierno alemán se comprometió a realizar.


viernes, 18 de mayo de 2012

La vida es un salto



Sabrina tiene ocho años y mide alrededor de un metro. Toma carrera para subirse a la cama de sus padres, roza el pestillo con los dedos y utiliza un banquito para llegar al interruptor. Sus padres, Laura y Alcides, decidieron que fuera ella la que se adaptase a la casa. Con cada salto, cada estirón, ella se supera

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Por Elisa Tuyaré
Sabrina se las ingenia para llegar a las cosas sin ayuda. Recién este año puede abrir la puerta que da a la calle: se para en puntitas de pie y las yemas de los dedos rozan el pestillo. Esto es una escena normal para cualquier niño, pero Sabrina tiene ocho años y mide cerca de un metro. Nació con acondroplasia, el tipo más frecuente de enanismo. Con un movimiento decidido, consigue vencer el obstáculo y salir a jugar.
Sus padres, Laura Morey y Alcides Sosa, jamás habían escuchado esa palabra hasta que un médico diagnosticó este trastorno genético, una enfermedad que afecta a los huesos largos y provoca que el cartílago no se desarrolle de forma adecuada. Nueve de cada diez personas que sufren acondroplasia, tienen padres sin la enfermedad. La familia Sosa se encuentra entre esa mayoría.
No hay cifras oficiales de cuántas personas la padecen en el país. La asociación Acondroplasia Uruguay estima que entre 200 y 300, según la medida europea, que establece que uno de cada 25.000 nacimientos tiene esta mutación.

Acondroplasia Uruguay

estima que entre 200 y 300 personas

sufren la enfermedad en el país


El matrimonio Sosa estuvo dos años de médico en médico para saber qué padecía Sabrina. El primer año asistieron 70 veces a la mutualista. El día que obtuvieron un diagnóstico, festejaron: “Compramos un asado, porque por fin sabíamos contra qué teníamos que pelear”.
Hoy, la niña es la consentida de la familia y la menor de tres hermanas: Mariana de 15 años y Mercedes de 17. Su simpatía compra a cualquiera que la conozca. Con una reverencia, saluda a los que recién llegados. Da un beso a sus padres sacudiendo las dos colitas que recogen su pelo marrón, un color que combina con el de sus ojos.
-¿Mami, me puedo comprar un heladito? -pregunta Sabrina con una sonrisa.
-¿Cómo te portaste hoy? -contesta su madre.
-Buenísimo, buenazo.
-Como dice la madrina, es más entretenido que el cable -asegura entre risas su padre.


En su casa en Malvín, los bancos de plástico acompañan a Sabrina para moverse en los espacios. Los usa para llegar a la pileta del baño, a la cocina, a los interruptores de luz y como mesita para hacer los deberes. En el caso de que salga de casa, tiene otros bancos que se pliegan y quedan del tamaño de una cuadernola.
Laura, en cuanto a adaptaciones en casa, defiende la escuela de los mínimos. Es decir, no adaptar nada por comodidad, solo lo que por sus propios medios no puede hacer: “Son ellos los que se tienen que adecuar al mundo”. Alcides remarca esta idea y afirma que, de otra forma, después no sabrán moverse cuando salgan a la calle.
Los padres también han aprendido de su hija. Sabrina se levanta del piso con una pirueta, apoyando sobre el suelo la cabeza y tomando impulso con las piernas. Esa estrategia le ha servido a Alcides cuando en el gimnasio y por cansancio le cuesta levantarse.
Cuando los Sosa cambiaron el colchón de su cuarto por un somier, Sabrina no podía subir a la cama de sus padres. Estuvo probando durante un mes cómo hacerlo, hasta que un día lo consiguió. Tomaba distancia y corría para impulsarse y zambullirse entre las sábanas. En su cuarto, la niña utiliza un banquito para subirse.

Hasta que lo consiguió,

Sabrina probó durante

un mes cómo subirse a la cama

nueva de sus padres


Si pudiesen adaptar algo, bajarían las ventanas: a sus ocho años, Sabrina aún no puede ver hacia fuera. Hace poco, un día en el que la ventana estaba abierta, Sabrina pasó y se pegó con el borde: “Me vino a contar alegre que se había golpeado. Claro, ella pasaba por abajo y no ocurría nada. El choque significaba que había crecido”, relata Alcides.
Cuando la familia Sosa sale a la calle, la gente se da vuelta para mirar a la niña. Ella todavía no se da cuenta de por qué lo hacen. Laura no soporta esa exposición.
Para siempre
Sabrina no ha tenido episodios de discriminación en la escuela, al menos que ella haya notado. Asiste al colegio privado Gabriela Mistral. Sus padres tienen miedo de lo que pueda suceder en el futuro. “Hoy, ella crece más lento, pero lo va haciendo. Es difícil aceptar el momento en que se estancan”, plantea su padre con preocupación. Es en la adolescencia cuando ingresan en la segunda etapa de la enfermedad, y esa es para toda la vida. “¿Y cómo asumís `un para siempre´ a su edad?”, se pregunta Alcides.
Su mayor preocupación es que Sabrina sufra. “Yo tengo unas hijas que son muy buenas personas y me molestaría que la juzgaran por el envase”, dice Laura.
Todos los días, las personas con enanismo intentan hacer lo mismo que las demás. “Ellos quieren demostrar que son iguales a nosotros, pero son diferentes. Lo logran, eso es lo más grandioso”, recalca con una sonrisa el padre.
“Cuando tenés una hija con discapacidad, te esmerás más para que sea independiente. El típico `vos podés, vos podés´”, cuenta Laura. Su voz suena suave y serena. Ella está segura de que algún día lo será. Que va a casarse y formar una familia. Y eso le da esperanza.

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EL ORIGEN DE LA ASOCIACIÓN
Cuando a Sabrina le diagnosticaron acondroplasia, Alcides comenzó a investigar en internet de qué se trataba y descubrió que no había ninguna asociación en el país dedicada a esta enfermedad. Apareció un link de laFundación Alpe Acondroplasia en España. Comenzó a investigar y en el foro descubrió a Rosa Brumberg, una madre uruguaya que se encontraba en la misma situación que ellos. Se contactaron para juntarse e intercambiar experiencias, pero Laura en ese momento no quiso: “El primer año es difícil, tenés una etapa de duelo, de asimilar qué te está pasando”.
Cuando lo aceptó, empezó a disfrutar más de su hija. Se había perdido el primer año en controles médicos. Y por estar pendiente de qué le pasaba, siente que desaprovechó muchas cosas: pasar más tiempo en familia y jugando con Sabrina. Fue en ese momento que Alcides le planteó reunirse con Rosa.
Seis meses después decidieron hacerlo. A través del mismo sitio web, Rosa conoció a Isabel Blanco, madre de una niña con acondroplasia, Carolina. Esas tres familias fundaron una asociación uruguaya, para que hubiese información y que otras personas no vivieran lo mismo que ellos. Así nació la asociación Acondroplasia Uruguay, cuyo objetivo es ayudar a las personas con enanismo a integrarse, informarse y compartir problemas y experiencias.

La vida en dos colores



La vida del carmelitano Dino Perrini siempre ha girado en torno a Peñarol. Soñó con jugar en el equipo carbonero y con formar parte del club. No lo logró. Entonces se marcó otro objetivo: ser el dueño de ‘La aurinegra’, la única casa de Peñarol en Uruguay.

Elisa Tuyaré y Juan Pablo De Marco 

Enchufes, interruptores e independencia



La ubicación del interruptor de la luz, la altura de las ventanas, el ancho de las puertas; lo que para muchos son detalles, para Héctor Gutiérrez y otros beneficiarios de su cooperativa de viviendas son clave. Juntos edifican un futuro hogar adaptado a sus necesidades, un espacio que para la mayoría equivale a independencia.


Elisa Tuyaré y Juan Pablo De Marco